Por qué el hardware voluminoso está muriendo: El cambio hacia viajes en aeropuerto nativos digitales

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Durante décadas, los aeropuertos se han construido en torno a grandes equipos fijos: mostradores de facturación y quioscos. Estos sistemas se diseñaron para una época en la que los viajes eran analógicos, lineales y con mucho personal. Pero la forma en que la gente se mueve -y espera moverse- ha cambiado.

La próxima generación de pasajeros piensa de forma diferente. Esperan que viajar funcione como el resto de su vida digital: sin problemas, rápido, personal y sin papeles. Y, sin embargo, gran parte de la infraestructura aeroportuaria actual sigue girando en torno a hacer cola, imprimir documentos e interactuar con maquinaria anticuada.

Este desajuste no es sólo inconveniente: es insostenible desde el punto de vista operativo y medioambiental. Y para el sector de la aviación, resulta imposible ignorarlo.

El auge de los viajeros nativos digitales

Los Millennials y la Generación Z ya representan más del 50% del gasto en viajes aéreos, y en 2035 representarán un asombroso 80% de todos los gastos de las aerolíneas. Esta generación no necesita que le enseñen a utilizar la facturación móvil o las identificaciones digitales: las espera.

Más del 75 % de los viajeros de la generación del milenio y la generación Z utilizan teléfonos inteligentes para planificar y gestionar sus viajes. Casi la mitad de ellos reservan sus viajes íntegramente desde el móvil y el 75 % utiliza tarjetas de embarque móviles. Para estos pasajeros, la idea de hacer cola para imprimir algo parece un paso atrás en el tiempo.

Fuente: OAG

La fluidez digital es ahora un imperativo estratégico. Si las experiencias aeroportuarias no están a la altura, esta generación de viajeros elegirá cada vez más aerolíneas y hubs que sí lo estén.

El coste real de las infraestructuras pesadas

El equipamiento tradicional de los aeropuertos no sólo está anticuado, sino que es caro. Un solo quiosco de autoservicio puede costar hasta 20.000 dólares, sin incluir la instalación, que puede aumentar el coste en función de la ubicación. El mantenimiento a lo largo de cinco años suele ascender al 30% del coste original, incluidas las llamadas al servicio técnico y la sustitución de piezas.

¿Y cuál es el retorno de la inversión? Muchas de estas máquinas permanecen inactivas y sólo se utilizan de forma marginal, incluso cuando el volumen de pasajeros es elevado. Para los aeropuertos que intentan optimizar el rendimiento operativo, reducir costes y maximizar el uso de un espacio valioso, estas cifras ya no tienen sentido.

Peor aún, cada metro cuadrado que ocupa el hardware es espacio que podría generar ingresos a través de comercios, comida y bebida, salones u otras experiencias para los pasajeros, como zonas de juegos infantiles.

Sostenibilidad: De lo impreso a lo digital

Más allá de los costes, cada vez hay más argumentos medioambientales en contra de las infraestructuras físicas. El sector de la aviación está sometido a una presión cada vez mayor para reducir su huella de carbono, lo que implica algo más que la optimización del combustible.

Cada año, la aviación depende de miles de millones de etiquetas de bolsa de un solo uso, recibos de papel y tarjetas de embarque. La tecnología móvil ya elimina gran parte de estos elementos. Ahora se está produciendo la misma transición en el equipaje. Las etiquetas de papel y los soportes de plástico se encuentran entre los componentes de un solo uso más derrochadores del viaje. No es de dominio público que las etiquetas de las maletas llevan una fina película de plástico adherida al papel: basta con que intente arrancar una después de su próximo viaje. Las etiquetas electrónicas para bolsas (EBT) permiten a los pasajeros etiquetar sus bolsas por adelantado, eliminando la necesidad de imprimirlas en el aeropuerto. Son reutilizables, digitales y se integran en los modernos flujos de facturación.

Con más del 50 % de la generación Z y el 48 % de los millennials dispuestos a pagar más por opciones de viaje sostenibles, el argumento comercial para digitalizar el equipaje ya no es solo operativo: es estratégico.

La respuesta: Viajes de pasajeros basados en software

El sector no necesita más quioscos ni terminales, sino menos. Esa es la idea en la que se basa ZERO de Ink Innovation, que reimagina el procesamiento de pasajeros como una experiencia en la que el software es lo primero. Construido en torno a componentes compactos apenas visibles y una arquitectura flexible, elimina la dependencia de una pesada infraestructura de hardware y permite viajes realmente sin contacto.

La facturación, el control de identidad, la entrega de equipajes y el embarque ya no son paradas separadas, sino que forman parte de un flujo continuo e intuitivo. Los agentes pueden atender a los pasajeros en movimiento. Las aerolíneas pueden personalizar su configuración en función del espacio, la demanda y el perfil de los pasajeros. Al no depender de instalaciones voluminosas, la implantación es más rápida y asequible.

Datos:

  • Encuesta OAG Traveller 2024 [fuente].
  • La voz del consumidor de Euromonitor International: Encuesta sobre estilos de vida 2024 [fuente].

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