Cuando Martin se incorporó a Ink hace casi 20 años, el equipo era pequeño y muy unido. "Éramos pocos: Shawn, Janet y Víctor Alzate son los únicos que quedan de entonces", recuerda. Empezó con proyectos pequeños, pero luego, las cosas despegaron cuando Shawn presentó un proyecto relacionado con aeropuertos y aerolíneas.
Lea la historia de Martín Aguilera, uno de los inestimables miembros de nuestro equipo de desarrollo, que trabaja desde Argentina y es una auténtica estrella del rock.
Mucho más grande ahora
Empecé con pequeños proyectos, el primero una web de reservas de hoteles y algunas páginas de administración interna. Pero entonces, Shawn introdujo un proyecto relacionado con aeropuertos y aerolíneas. Empezamos a crear ese nuevo producto, centrado inicialmente en una aplicación de control de salidas. El sector de la aviación era nuevo para mí, y había mucho que aprender y muchos conceptos que comprender. Había mucho trabajo para construirlo todo desde cero.
Hoy en día, hacemos mucho más que Control de Salidas. Ink es mucho más grande y tiene procesos más complejos. Lo he visto todo, desde los primeros días de desarrollo personal y práctico hasta el entorno actual, estructurado y basado en procesos.
La persona a la que acudir para resolver problemas
Hoy en día, mi papel ha cambiado bastante. Soy la persona a la que acudir para resolver problemas y ofrecer orientación técnica. Casi siempre estoy en las llamadas, ayudando a los desarrolladores y explicando soluciones. Mis profundos conocimientos de IATCI, APIS y otros detalles técnicos me convierten en un recurso tanto para los desarrolladores como para el equipo de arquitectura. Sirvo de puente entre el soporte y el desarrollo.
Es personal
Para mí, Ink no es sólo un trabajo; llevo aquí casi 20 años, así que es una gran parte de mi vida. Mis relaciones de muchos años, sobre todo con Shawn y Víctor, son más bien de amistad. Hemos pasado por muchas cosas juntos. Todos participamos en la creación del producto y, por aquel entonces, Shawn también hizo parte del trabajo de desarrollo.
El espíritu de la empresa ha sido una atracción constante para mí. Es innovadora ahora y lo era hace 20 años, cuando no existían los DCS basados en web. Me encanta cómo Ink ha ido siempre un paso más allá, desde los primeros días de los DCS basados en web hasta las soluciones avanzadas de aviación de hoy en día.
También aprecio la diversidad de culturas dentro de la empresa. Trabajar con personas de culturas y orígenes diferentes aporta muchas perspectivas e ideas nuevas y añade valor más allá de los aspectos técnicos de la resolución de problemas.
Siempre hay sitio para la diversión
Me he enfrentado a retos, sobre todo en la comunicación con un equipo global, pero me los tomo con calma. Hay una anécdota graciosa de los primeros días: un error de programación que enviaba todo el equipaje de los pasajeros que desembarcaban en la estación B a la estación C. Lo solucionamos rápidamente, pero fue estresante en aquel momento. Y luego hubo un momento tenso durante un proyecto, cuando uno de mis colegas de Colombia empezó a silbar una canción de "Kill Bill", aligerando el ambiente y haciendo sonreír a todo el mundo. Desde entonces, cuando surgen retos, la silbamos.
Y fuera del trabajo, me encanta el rock y tocar con mi propia banda.
Un viaje increíble
De cara al futuro, estoy muy ilusionado con Ink, sobre todo con los proyectos que tenemos en marcha con aerolíneas de servicio completo. Me veo compartiendo mis conocimientos y guiando a los nuevos miembros del equipo, lo que me hace feliz. Ha sido un viaje increíble en Ink.