El apagón informático mundial del 19 de julio de 2024 causó importantes interrupciones en varios sectores. Provocado por una actualización de software defectuosa de CrowdStrike, el problema afectó principalmente a los sistemas Windows. La aviación se vio gravemente afectada, con aeropuertos de todo el mundo sumidos en un caos muy visible. A pesar de la corta duración del incidente principal, la confusión mundial provocada por el fallo de los sistemas utilizados para la emisión de billetes, la facturación, el embarque y la gestión de vuelos provocó un trastorno generalizado. Este incidente pone de manifiesto la creciente vulnerabilidad del sector de la aviación a los fallos tecnológicos y la necesidad de disponer de planes y sistemas adecuados de recuperación en caso de catástrofe.
Tendencias al alza en las perturbaciones aeroportuarias
La reciente interrupción informática forma parte de una tendencia creciente de interrupciones aeroportuarias en la última década. Según Ink+, un grupo asesor de la empresa tecnológica Ink Innovation, el número de casos de interrupción en los aeropuertos ha aumentado significativamente cada año. Entre 2015 y 2016, los casos de interrupción crecieron un 50 %, lo que refleja los primeros indicios de una escalada de las vulnerabilidades tecnológicas.
La situación se intensificó en 2017, con un aumento del 100 % de incidentes significativos que provocaron interrupciones. Sin embargo, el aumento más espectacular se produjo en 2022, con un asombroso incremento del 333% en las interrupciones. Este repunte se atribuyó en gran medida a las consecuencias de la pandemia COVID-19, que ejerció una presión sin precedentes sobre la infraestructura mundial de aviación y puso de relieve la necesidad crítica de contar con sistemas informáticos robustos.
Aunque en 2023 no se produjo un aumento tan espectacular, estuvo marcado por dos importantes fallos informáticos: la interrupción del sistema informático de la FAA a escala nacional en Estados Unidos y un importante fallo informático en el centro de control del tráfico aéreo NATS en el Reino Unido. Estos incidentes pusieron de manifiesto la susceptibilidad a los fallos informáticos, que pueden causar graves trastornos operativos.
2024: Continuación de la tendencia
En los seis primeros meses de 2024, los casos de interrupción ya se acercan al total registrado en 2023, continuando la tendencia general al alza. Esta última interrupción informática mundial pone de manifiesto los retos a los que se enfrenta el sector de la aviación para mantener una infraestructura tecnológica fiable y segura.
Afrontar los retos
El aumento del índice de fallos informáticos subraya la urgente necesidad de que el sector de la aviación invierta en sistemas y procesos informáticos más resistentes y seguros. Javed Malik, socio director de Ink+ y experto en operaciones aéreas, subraya que las soluciones alternativas locales de facturación y embarque deben ser fundamentales para las normas de certificación de los aeropuertos, no opcionales. Estas alternativas son esenciales para proteger los viajes de los ciudadanos. Las aerolíneas deben dejar de recurrir a sistemas manuales que no pueden mantenerse más allá de los vuelos que ya están en curso.
Malik afirma que las aerolíneas deben demostrar opciones alternativas digitales para la facturación y el embarque que no dependan del middleware de uso común de los aeropuertos ni de los ordenadores de sobremesa. Si estos sistemas de copia de seguridad dependen de las mismas plataformas informáticas subyacentes, un fallo hará caer también las copias de seguridad. Los planes de contingencia de las aerolíneas deben desvincularse de sus sistemas habituales para reducir el riesgo cuando fallen los sistemas primarios. Las dependencias aumentan el riesgo y crean un efecto dominó en caso de incidente grave.
"Capear el temporal" frente a la estrategia multicloud
Se recomienda una estrategia multi-nube en lugar de una estrategia multi-zona o incluso multi-región en el mismo proveedor de nube, ya que ofrece una mayor capacidad de recuperación. La formación y las pruebas más frecuentes sobre ordenadores de sobremesa y sistemas informáticos simulados en caso de fallo deben convertirse en la norma para garantizar procedimientos de emergencia no disruptivos.
"La inversión en mitigación de riesgos se ha visto limitada por el supuesto de una baja frecuencia de incidentes. Sin embargo, los sistemas centralizados aumentan el impacto de las interrupciones. La estrategia de "capear el temporal" ya no es viable, pues las interrupciones, antes poco frecuentes, se hacen más frecuentes y repercuten en un funcionamiento rigurosamente optimizado".
Pamela Graham
Senior Operational Engagement Manager de Ink+
Para garantizar la fiabilidad y seguridad de las operaciones aéreas, es imperativo un cambio hacia planes de contingencia sólidos e independientes y pruebas frecuentes.